junio 01, 2012

La importancia de dormir bien

Creo que uno de los placeres de muchas personas, es dormir y dormir harto, aunque después le tenga que quitar tiempo a hacer otras actividades. Es por esto que cuando comencé a hacer mi práctica profesional, me llamó la atención que por lo general los niños del curso en el que estoy no están durmiendo como corresponde.

Pero ¿cómo me di cuenta de esto?... resulta que bostezan más de lo habitual, comentan programas de televisión que dan muy tarde y cuando les pregunto por qué no trabajan en clases, algunos han llegado a responder “es que tengo sueño”.

Según un estudio publicado en la revista PEDIATRICS, es recomendable fomentar los hábitos correctos del sueño. En el caso de los niños se aconseja que los padres vigilen que sus hijos duermen bien durante toda la noche. Parece ser que los niños que roncan frecuentemente, tienen más probabilidades de sufrir hiperactividad y trastornos de la atención.

Por lo general, los niños se rebelan contra la hora de irse a la cama y más aún hoy con tantas distracciones que los mantienen despiertos y fuera de la cama. La televisión, Internet, los teléfonos y los videojuegos compiten por capturar su atención a la hora de acostarse.

Pero este es un problema más habitual de lo que se cree y no afecta sólo a unos cuantos niños, sino que hoy en día son pocos los niños que duermen un período igual o superior a 8 horas; considerando que estas 8 horas son el tiempo mínimo que tendrían que dormir los niños en su infancia para obtener un buen desarrollo físico y también psicológico.

No dormir lo necesario puede provocar falta de atención en la escuela, problemas de memoria, desequilibrio en el desempeño académico y mal humor. Por eso es importante que se forme en los niños un hábito del sueño. Además, dormir bien ayudaría a reducir los problemas de hiperactividad; es decir, sería una ayuda totalmente positiva a uno de los problemas más recurrentes en las escuelas.

A continuación, cinco maneras de ayudar a los chicos a adquirir hábitos más saludables a la hora de dormir:

1. Fijar un horario regular para ir a la cama. Aunque los niños se rebelen, haz que se vayan a dormir entre semana a la hora establecida. Los sábados y domingos se les puede permitir acostarse un poco más tarde.

2. Brindarles un tiempo para relajarse. Con hacerlo unos 45 minutos antes de dormir basta para que luego duerman más tranquilos. Esto puede incluir apagar la televisión, calmarlos conversando con ellos y evitar que consuman alimentos y cafeína antes de irse a dormir.

3. Establecer una rutina a la hora de acostarse. Asegurarse de que los niños vayan antes al baño y se cepillen los dientes para que ya vayan acostumbrándose a la idea de irse a la cama.

4. Los dormitorios son para dormir. Se aconseja que la televisión y la computadora estén en otro lugar. Crear un ambiente tranquilo, como el de una cueva: cuanto más oscuro, mejor.

5.
Ayudarlos a caer en el sueño. Esto implica mantener el dormitorio a oscuras para reducir la temperatura corporal y reconocer la función de la melatonina (la hormona que provoca sueño) en el ciclo del sueño.

 

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