agosto 17, 2010

Día del niño = ¿amor en cuotas?

“En esta semana se celebrará el Día del Niño. Muchos podrán decir que es una de las tantas fiestas de consumismo que dignamente quieren reactivar el comercio. En esta oportunidad no lo veo así. Lo veo más como un homenaje a estos pequeños seres que siempre han tenido, y tendrán, una principal relevancia en nuestras vidas.” (CNN Chile)

Busco en Google información con respecto al día del niño y los titulares que más destacan son con respecto a descuentos en comida, ropa, juguetes, etc.

Para muchos el Día del Niño; así como el Día de la Madre, del Padre, Navidad, etc. son sólo una excusa inventada por las cadenas comerciales para así fomentar el consumismo, que hoy en día está bastante alejado de la necesidad. El Día del Niño podría ser más que un día de consumismo, un día de regalos baratos; con esto me quiero referir a un juguete que quizás no sirve en lo absoluto para un niño que no pasa con sus padres en toda la semana.

El Día del Niño tiene sus inicios en el 20 de noviembre de 1959 cuando la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, con el fin de reafirmar sus derechos universales y sugerir a todos los gobiernos que celebraran el "Día del Niño" en la fecha y forma que cada uno de ellos estimase conveniente. En Chile este día se celebra el segundo domingo del mes de agosto.

Muchos padres; y niños también, no le dan el sentido verdadero al Día del Niño. ¿Qué será más importante para un niño que conoce el verdadero sentido de un día como éste? Personalmente, mis padres trabajaban cuando yo era niña y lo único que quería para mis cumpleaños, Día del Niño, navidades o fechas importantes, era que estuvieran ahí conmigo (y siempre fue así, nunca me sentí desplazada por el trabajo de ninguno de ellos), no soy una persona materialista y creo que en gran medida se debe a que mis padres me lo inculcaron, me enseñaron el valor del tiempo, de aprovechar cada segundo que podía pasar con ellos y siempre me demostraron que no había nada más importante que yo.

Creo que todo niño espera lo mismo de un padre, al final, el Día del Niño es un día más y depende exclusivamente de los adultos enseñarles a nuestros niños que la unión familiar es mucho más importante que un juguete que con el tiempo se rompe, una comida que al final del día y con sus mentes frágiles ni se acuerdan de lo que almorzaron, o que una prenda de ropa; los niños crecen tan rápido que en un par de meses ya ni le queda buena.

Los niños siempre sacan lo mejor; pero también lo peor de las personas. Son como unas esponjas que todo lo absorben, por eso mismo si creemos verdaderamente en que ellos son el futuro de nuestro país, de nuestro mundo. Debemos mostrarles lo mejor de nosotros, entregar lo mejor de cada uno para que mañana ellos puedan entregar cosas positivas.

No creo que el Día del Niño sea un día de amor en cuotas, no en mi caso, porque los adultos que me rodean siempre me dieron amor, todos los días y lo siguen haciendo, pero qué pasa con los niños que no tienen cerca a adultos como los que a mi me rodearon. Pienso y siento que es ahí donde entramos nosotros. Lo mejor para un niño es ser niño, ser feliz, pero no pueden solos, nadie es lo suficientemente bueno para estar solo. Entregar tiempo no cuesta tanto. Dejémonos de gastar el tiempo comprando regalos inútiles y aprovechemos a nuestros niños.

Los invito a ver un spot del estado mexicano de Durango respecto al valor del tiempo.

María José Adasme
Voluntaria SPB