diciembre 19, 2012

Navidad, una fiesta para dar

La Navidad no puede pasar como una fiesta más. Cada familia debe usar su imaginación y su cariño para convertirla en única y esperada con ilusión. Aunque los hijos sean varios, los padres comprueban día a día que Dios no hace fotocopias, que cada uno es único, irreemplazable y original, querible por él mismo. Asimismo, cada Navidad puede ser una fiesta especial.

Los hitos de la preparación
Contaba un empresario que le tocó viajar a Londres en octubre pasado, que por encargo de un amigo fue a Harrods, tal vez la tienda más surtida de esa ciudad donde se puede encontrar “de todo”. Le habían pedido que comprara villancicos de Navidad, ya que en Chile son escasos. Se asombró al ver todo un piso de la multitienda, de innumerables metros cuadrados, dedicada a la Navidad. Todo un abanico de manteles, adornos, vajilla especial, etc. Como no encontraba villancicos preguntó dónde estaban. Las dependientes tampoco lo sabían. Tras mucho averiguar le dijeron que cerca de la caja. Y sólo habían dos.

Esto mismo ocurre en todas partes y, por lo mismo, este tiempo anterior a la Nochebuena, no se puede describir como lo hace el villancico más conocido: noche de paz, noche de amor. Ya no es un “tiempo de paz” ni “tiempo de amor”, sino un ajetreo vertiginoso en búsqueda de regalos, en romerías a los malls, en encuentro con los abundantes viejos pascueros acalorados de las casas comerciales. La Navidad es la fiesta por excelencia de la familia, ya que el nacimiento de Dios ocurrió en un sencillo establo, sin luces ni lujosos adornos. Cuando tenemos las prioridades bien definidas según una escala de valores también habrá un orden en los afectos: primero Dios, luego la familia y después los demás.

Cuando las fiestas pierden su significado, el corazón se desordena. Como el marido que piensa más en el regalo para su secretaria que en el que va a darle a su mujer. El ejemplo es extremo, pero ayuda a entender el concepto. Debemos recuperar este tiempo de paz, este tiempo de amor. Es un tiempo para perder la memoria de uno mismo y pensar en los demás, y para centrar la mirada en el motivo de la celebración. Es cierto que esa noche a muchos les cuesta repartirse entre la casa propia y las de los abuelos maternos y paternos. Incluso, para evitar estas elecciones difíciles, algunos patriarcas adelantan la celebración. Pero no nos quejemos, si hay que atender a todos. Pensemos en los solitarios, que son muchos, y que no tienen a dónde ir.

Hay que saber celebrar
En una familia, la Navidad debe dejar la huella indeleble de todo lo que está destinado a convertirse en una tradición que se transmitirá de generación en generación. El enfoque del sentido de la fiesta debe quedar en el recuerdo como el tiempo más amable en la vida de los niños. Si nos esmeramos para que la casa esté lo más atractiva posible cuando se recibe una visita, ellos deben saber que lo mismo se hace para acoger al Niño Jesús.

Los niños, como es natural, esperan ansiosos los regalos, pero conviene que sepan que hay muchos a los que nadie regala, y que también hay que regalar a los que no pueden dar nada a cambio. La Navidad no puede ser una fiesta egoísta: sería una falta de coherencia. Es un tiempo para que los niños también aprendan a dar, lo cual no se consigue por imposición. Son ellos mismos los que deben convencerse de que hay más alegría en dar.

La familia no sería tal si solo fuera techo común. Parte esencial es que sea “mesa común” y la mesa es siempre parte de la fiesta: las mamás son verdaderas artistas para convertirla en celebración, aunque los medios no sean abundantes. La Navidad no puede pasar como una fiesta más. Cada familia debe usar su imaginación y su cariño para convertirla en única, fácilmente reconocible entre las demás, y esperada con la ilusión propia de estos días entrañables.

El difícil arte arte de saber regalar
Ningún regalo podrá sustituir nunca al oído atento para escuchar con interés y simpatía al que nos quiere comunicar algo suyo; como tampoco el darse tiempo para estar y hacer compañía. Dar afecto sincero, no ser mezquino con el elogio, celebrar con objetividad lo positivo, demostrar cariño y -por qué no- admiración, son manifestaciones que no suplen el regalo material. Pero este principio no anula la validez de dar un objeto acertado a quien queremos, en las ocasiones propicias.

A Juan Sebastián Bach se le preguntó alguna vez cómo se podía tocar bien el clavecín, y su respuesta fue algo así: “Pero si es muy fácil. Es cosa de poner el dedo preciso, en la tecla precisa, con la intensidad precisa y en el momento preciso”. Claro, puede decir uno, es muy fácil para él, pero para cualquier ciudadano corriente toda una hazaña. Sin embargo, para el amor no hay imposibles. Solo quien sabe querer y está atento a la persona que quiere, puede dar en el blanco con el regalo. Y esto no se improvisa, ya que exige estar cerca de la persona y muy atenta a las preferencias y gustos que manifiesta, aunque no lo haga de forma explícita. Basta un comentario indirecto, observar que mira detenidamente algo en una vitrina, estar consciente de que le falta algo necesario aunque muchas veces lo calle, y saber que la fecha adecuada también puede ser imprevista, ya que añade el valor sorpresa y la aparente falta de justificación.

Regalos insólitos
No es difícil afirmar que muchas veces no se regala bien. Desde casos insólitos de maridos que compensan sus infidelidades con regalos lujosos; padres que sustituyen su ausencia con obsequios deslumbrantes; personas que buscan lucirse a través del regalo que dan; otros que eligen solo lo que a ellos les gusta sin consideración a la persona que lo recibe.

Desde luego, siempre es más fácil tener imaginación para dar a quien le falta que a aquél que tiene de todo; y además el que le falta suele ser más agradecido. Los pobres tienen la sabia costumbre de no abrir el regalo delante del que se lo da, ya que interpretan que se agradece más el gesto de regalar que el objeto mismo. Es un signo de elegancia.

Acertar de verdad es un arte y una satisfacción que no tiene precio. Un buen consejo: estar muy atento a quien se quiere y conservar los datos que recibe en la memoria para encontrar el momento oportuno de regalar. Sigamos la recomendación del filósofo: hay que saber qué dar, cuándo dar, cuánto dar, a quién dar y cómo dar.

Adaptado del artículo “Hagamos de la Navidad una fiesta única”, de la revista HacerFamilia Chile

¡Que todos pasen una hermosa Navidad junto a sus familias! Les dejamos una canción navideña:

 

diciembre 03, 2012

Como proteger a los niños del sol



Falta muy poco para el término del colegio y comenzar las vacaciones de verano, así que hoy hablaremos de una de las mayores precauciones que debemos tener en verano con niños pequeños: protegerlos del sol.
La piel de los niños es especialmente sensible, por tanto es muy importante que la protejamos adecuadamente de las radiaciones solares, tanto con cremas solares con factor de protección como con gorros y ropa adecuada, además de proteger los ojos con gafas de sol.

La piel de los niños tiene memoria. Los expertos advierten que según cómo cuidemos la piel de los niños en los primeros años de vida, repercutirá en un mayor o menor riesgo de desarrollar cáncer de piel de adultos.

Es por eso que es tan importante proteger la piel de los niños del sol.

¿Qué factor solar utilizar en los niños?
Los niños con piel oscura tienen más melanina para absober los rayos UV y protegerse de sol, por tanto un factor de protección 20 puede ser suficiente, pero para la piel y cabellos claros o para niños pelirrojos con tendencia a tener pecas debemos utilizar un factor de protección 40 o 50.

Los principales consejos que debe tener en cuenta para proteger la piel de los niños del sol son:

  •       Protector solar
  •      Gorros, gorras, sombreros
  •      Gafas de sol
  •      Ropa adecuada
  •      Refrescarse
  •      Mantenerlos hidratados
  •      Evitar las horas centrales del día


Esperamos que estos consejos les ayuden en vacaciones. Recuerden tener siempre en cuenta que es muy importante proteger a los niños del sol en verano, en especial si vamos a la playa, a la piscina, a la montaña, como si salimos a dar un paseo.

Les dejamos unos videos educativos para padres y niños, disfrútenlos!

Por qué es sensible la piel de los niños al sol


Kambu - Cuidado con el sol



 Fuente: http://www.bebesymas.com/salud-infantil/verano-con-ninos-protegerles-del-sol

noviembre 19, 2012

Peleas entre hermanos


En la etapa de niñez y adolescencia es muy frecuente las peleas entre hermanos, esto muchas veces llega a preocupar a los padres, si bien es cierto lo más saludable debería ser evitar las peleas, no se puede negar que éstas forman parte de la vida de los niños.

Frente a las peleas entre hermanos, el papel de los padres es fundamental, ya que un adecuado manejo por parte de ellos puede facilitar que los niños puedan aprender a resolver sus propios problemas por sí solos, a compartir, a encontrar soluciones y a comprender que a veces se gana y en otras ocasiones se pierde. Ante cualquier circunstancia, lo importante es explicarles con anterioridad las reglas que todos deben seguir y que si no se cumplen habrá consecuencias.

Razones por la que los hermanos pelean

Los especialistas consideran las peleas entre hermanos pueden obedecer a las siguientes razones:
  • La necesidad de ser queridos; esto hace que los niños quieran tener la atención de los padres; en estos casos el hermano es visto como un competidor respecto al amor de sus padres y es común que imaginen que quieren más al otro, por esta razón se debe evitar ponerse de lado de uno de ellos en el momento de la peleas.
  • Cuando no desean compartir: los niños comúnmente pelean por un juguete o cuando el hermano coge algo que pertenece al otro, lo que más les importa es competir y posesionarse de lo que consideran suyo.
  • Cuando sienten que existen preferencias por alguno de los hermanos: si los padres brindan más atención a uno de ellos y corrigen al otro, es probable que el niño piense que hay un “preferido”, por tanto es probable que exista mayor rivalidad entre ambos.
  • Algún cambio en su entorno, un conflicto en el ambiente familiar o en la escuela puede generar estrés en los niños y propiciar este tipo de conductas.
Sugerencias para los Padres
  • Incentivar a que los hermanos aprendan a resolver sus conflictos por sí solos y sólo intervenir en casos extremos.
  • Conversar con ellos, si es que los niños no llegan a solucionar el conflicto, hay que escucharlos para que puedan calmarse y reflexionar sobre lo sucedido, si es necesario hacer que estén separados por un momento para evitar que continúen peleando y puedan calmarse.
  • No hacer comparaciones, como por ejemplo “entiende, el es más chiquito…”; esto sólo aumenta la rivalidad entre ellos y la rabia.
  • Felicitarlos cuando no peleen, elogiar a ambos cuando compartan o solucionen sus conflictos, esto hará que las conductas adecuadas se repitan.
  • Enseñar que pelear no es la solución, por ejemplo si la pelea es por algún objeto específico o un juguete, el niño debe darse cuenta que el pelear sólo ocasionará perderlo. En este caso la intervención de los padres es básica ya que deberán establecer las normas o consecuencias de las conductas inadecuadas de los niños.
  • Enseñarles con el ejemplo, es obvio que si el niño observa peleas entre los padres, seguirá este modelo, pues creerá que es la única forma de resolver los problemas.




noviembre 02, 2012

Niños zurdos

Alguna vez se pensó que ser zurdo era un problema de salud y se obligaba a los niños a escribir con la mano derecha. Hoy ya sabemos que es una característica más del desarrollo. Es importante dejar que los niños utilicen la mano con que se sientan más cómodos, ya que al forzarlos a usar la mano que no les corresponde puede causar problemas relacionados con la escritura, mal rendimiento, dislexia, tartamudez y frustración, pues no siempre obtendrán los resultados que esperan.

Solo un 10% de las personas son zurdas. Algunos estudios afirman que la genética es una de las causas de la zurdera. Por ejemplo, si los dos padres son zurdos existe un 50% de probabilidades de que el hijo también lo sea. Ahora si solo unos de los padres es zurdo, esta probabilidad baja a un 10%.

¿Cuándo se puede afirmar que los niños son zurdos?

Se puede afirmar con mayor seguridad que los niños son zurdos a partir de su ingreso al colegio. Normalmente los niños son ambidiestros hasta los 3 o 4 años, por lo que hay que observar con qué mano, pie y ojo se desarrolla en actividades, como por ejemplo, patear la pelota, cepillado de dientes, escritura, recoger cosas, cortar con tijeras, peinarse, etc. A partir de su ingreso al colegio utilizarán sus manos con más frecuencia para trabajos específicos y se podrá definir si son zurdos o diestros.

¿Qué implica ser zurdo?

El hemisferio cerebral izquierdo controla el lado derecho y es el responsable de el discurso, lengua, escritura, lógica, matemáticas, ciencia; aquí está el modo de pensamiento lineal. El hemisferio cerebral derecho, controla el lado izquierdo y es el responsable del desarrollo de habilidades como la música, arte, creatividad, opinión, emociones, genio; aquí está el modo de pensamiento holístico.

Esta dominación del cerebro hace a los zurdos ser pensadores probablemente más creativos y visuales que a los diestros. Esto es apoyado por un mayor porcentaje de lo normal de zurdos en trabajos y profesiones como la música y las artes en general.

Los zurdos también son, generalmente, mejores en la percepción y el pensamiento tridimensional, generando, por ejemplo, a más arquitectos zurdos de lo normal. Los zurdos son también bastante buenos en la mayoría de los deportes de pelota por una mayor coordinación entre mano y ojo.

Los padres que comprueban que uno de sus hijos es zurdo, deben preocuparse de conseguir utensilios especiales para él, como tijeras, muebles, cuadernos, etc. Este mundo está hecho para los diestros, por lo que todo lo que se pueda hacer para hacerles la vida más fácil será beneficioso para su desarrollo y autoestima.

Que el niño sepa que el ser zurdo no es un problema. Hay que recalcarle que hay muchas personas famosas que eran zurdas como: Napoleón Bonaparte, Leonardo da Vinci, Albert Einstein,  Aristóteles, el presidente estadounidense Barack Obama, Bill Gates, Julia Roberts, entre otros.

Adaptado del artículo “Niños zurdos, ¿cómo hacerles la vida más fácil?”, de www.guioteca.com

octubre 28, 2012

La Tartamudez

Se define como un trastorno de la fluidez al hablar, no es una enfermedad, es involuntaria y cíclica, es decir que aparece y desaparece por períodos de tiempo variables. No tiene relación con la inteligencia de quien la padece. Es más frecuente en personas del sexo masculino. Alrededor del 80% de las influencias comienzan alrededor de los 3 y 4 años. Algunos estudios revelan que hay una predisposición hereditaria, pero que requieren del entorno familiar y social en que se desenvuelve el infante.

El lenguaje “normal” no es perfecto, sino que todos tenemos diferente capacidad para sostener la fluidez. Utilizamos “difluencias típicas” para expresar ideas como repeticiones de palabras, de sílabas, de frases, muletillas, etc.

Los tartamudos, sea niño, adolescente o adulto se tropieza con las palabras de una manera diferente; algunos repiten palabras con esfuerzo, otros prolongan los sonidos o se quedan sin aire en la mitad de una palabra, o presentan esfuerzo en distintas partes del cuerpo como temblor en la mandíbula, en los labios o en otras partes del cuerpo.

El pronóstico será más favorable en la medida que se detecta y trata precozmente, ya que en los primeros años de vida, el niño tartamudo tiene mayores posibilidades de recuperar la fluidez. La tartamudez en edades tempranas se puede prevenir.

La tartamudez tiene una base biológica, pero se puede detectar y prevenir en niños pequeños y compensar en adolescentes, jóvenes y adultos.

Algunas sugerencias: 

  • Cuide la forma de hablar (comunicarse) con su hijo/a y le ayudará a hablar con fluidez o de lo contrario, lo obstaculizará.
  • Hable en forma lenta, suave y relajada.
  • Dele tiempo y espacio para hablar.
  • No lo interrumpa mientras habla, ni deje que su hijo lo haga cuando los demás hablen.
  • No le complete nunca la frase que tarda en terminar.
  • No lo corrija ni le de indicaciones para que trate de “hablar mejor”
  • Cuando hable con su hijo mírelo de frente, no desvíe la mirada ni gesticule.
  • Demuéstrele su cariño.
  • Muy importante dar seguridad al niño de que se le quiere y valorarlo, que él tenga claro que el cariño no está condicionado a alguna característica suya que sea positiva y así se evitará que se aísle y disminuya su autoestima. Él puede socializar igual que los demás y se debe procurar que lo haga. 
Adaptado de revista “3 veces salud”
Boletín nº14, Septiembre de 2012.


octubre 21, 2012

Cuando los Padres deciden separarse


Existen muchas parejas cuya convivencia familiar es intolerable, lamentablemente, viven en un ambiente cargado de conflictos, peleas, discusiones. El motivo por el que continúan viviendo así es porque tienen hijos en común.

Es cierto que ellos no tienen la culpa de la relación que puedan vivir sus padres, pero sucede que están presentes durante peleas y riñas entre ellos, lo que los confunde y/o puede llegar a crear sentimientos de culpabilidad en ellos.

Madurez de ambos
Cuando existe incompatibilidad de caracteres en la pareja, deben dejar sus discrepancias de lado y evitar continuar lastimándose o deteriorando la relación. Deben recordar que lo principal en sus vidas son sus hijos y que no es justo que ellos sean testigos de sus diferencias. Es mejor separarse para bien de los pequeños.

¿Sólo mi hijo?
Al producirse la separación, lo usual es que la madre se quede con los pequeños, y dependiendo de la relación, podría darse el caso que utilice a los hijos como medio de chantaje para que el padre no se vaya, o evitando que el padre vea a sus niños, privándolos de sus derechos por Ley. Ambos padres aman a los niños y por ellos deberían continuar llevando una relación anímica  sin “apropiarse” de los hijos. Ellos tienen todo el derecho de ver a su padre (o madre, si fuera el caso) y pasar momentos de calidad con ellos.

¿Cómo explicarles la separación?
Pueden explicarles empleando un lenguaje muy sencillo, diciéndoles que ustedes eran amigos, que se querían y se amaban mucho y por eso decidieron casarse y tenerlos. Que siempre van a amar a sus niños de la misma manera, sólo que un día empezaron a pelear y siguieron peleando. Que entonces decidieron no vivir juntos pero que son amigos y los van a querer mucho. Respondan a todas las preguntas de los niños, es muy importante no dejarlos con dudas.

¿Cómo debería ser la relación entre mamá y papá?
Intenten llevarse bien, por ellos. Un trato amable y cordial, sin utilizar un lenguaje peyorativo. Recuerden que los niños repiten todo lo que escuchan y muchas veces sin saber su significado. No subestime a sus pequeños. Ellos pueden comprender todo lo que ustedes dicen.

Si la relación está irremediablemente rota, no separarse es un error muy grande. Hacerlo por el bien de los niños, causará un efecto inverso en ellos. Que presencien un ambiente de peleas producirá repercusiones futuras en el aspecto emocional.




septiembre 30, 2012

Niños Fumadores


El consumo de tabaco en los adolescentes chilenos es impresionante. De acuerdo a la cuarta edición del Atlas del Tabaco (2012), el 40% de las adolescentes chilenas entre 13 y 15 años fuma, lo que las convierte en las jóvenes más fumadores del mundo. Mientras que los hombres adolescentes chilenos, ocupan el segundo puesto en el ranking de los más fumadores del continente americano.

¿Cómo los padres y adultos pueden evitar que los más pequeños y los adolescentes se conviertan en fumadores?


La Comunicación Es Clave
La buena comunicación es vital ya que es una herramienta efectiva para explicar los efectos nocivos que el cigarrillo produce en el organismo.


Además hay que considerar que hijos con relaciones conflictivas y menos abiertas con sus padres tienen más riesgo de ser fumadores, ya que son menos seguros de sí mismos, pueden tener problemas de autoestima y son mucho más ansiosos.


Fuerte y Claro
Lo ideal es que los padres y adultos eduquen sobre este tema a los niños desde pequeños (3-4 años). Lo importante es que la comunicación sobre el tabaco sea muy clara, no es necesario caer en ejemplos chocantes, porque no son tan efectivos, pero si hablar clara y abiertamente sobre las consecuencias mortales que el tabaquismo produce.


Por otra parte, también hay una responsabilidad importante de los padres y adultos de promover la vida sana, del valor y beneficios que ese estilo produce en la vida de una persona, siempre hablando clara y abiertamente.


Fumador De por Vida
El tabaquismo es una dependencia física y psicológica, por lo que hay mayores probabilidades de que un joven fumador prolongue esa conducta en la adultez.


Aunque en la adultez se ha visto que influyen otros factores como los eventos estresantes a lo que los adultos están expuestos a diario en su rutina de vida, hay mayor grado de ansiedad y se utiliza como una forma de calmarse, de entretenerse


Pero más allá del estrés diario al que se está expuesto, los hábitos saludables, la confianza en sí mismo y una educación clara y abierta desde la infancia, ayudarán a evitar tentarse con este vicio fatal.

Lo más efectivo para evitar que niños y adolescentes fumen, es dar el ejemplo. Es decir que los padres y adultos no consuman tabaco.

Video de Campaña Anti-tabaco:




septiembre 23, 2012

Cuenta cuentos


Contar cuentos es un hábito que se ha perdido desde un tiempo hasta ahora, siendo reemplazado por el hábito de dejar a los niños frente a la televisión horas y horas, viendo cualquier clase de programa, algunos que no corresponden a su edad y también, limitando su imaginación y el interés por realizar otras actividades.

Así, se ha dejado de lado la importancia que tienen los cuentos, tanto para el que escucha como para el que narra. Contar cuentos tiene beneficios, aquí hay tips sobre sus cualidades:
  • El escuchar cuentos hace a los niños más reflexivos, ya que en éstos siempre encontraremos un mensaje que los lleve a comprender la forma en que deben actuar y comportarse, a saber distinguir entre lo bueno y lo malo.
  • Le ayuda a combatir sus propios temores. En muchos de los cuentos el niño se puede identificar con las emociones de los protagonistas, y el conocer el desenlace y lo que le va ocurriendo a lo largo de la historia, supone tener argumentos para afrontar sus propios miedos, con una sensación de mayor control.
  • El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual del niño, al contarle una historia podemos lograr que entienda las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con mayor certeza.
  • Se estimula su memoria y sus ganas de expresarse.
  • Desarrolla y amplían las capacidades de percepción y comprensión del niño.
  • Amplían su sensibilidad.
  • En niño se siente feliz porque sus padres están con él, dedicándole un tiempo para atenderlo y mimarlo.
  • Fomenta la lectura y el amor por los libros en nuestros hijos, ya que el interés que les despiertan las historias mágicas y llenas de aventura plasmadas en esas páginas, aumentan sus ganas de conocer más relatos, por eso es fácil que acaben amando la lectura.
  • El niño aprende más palabras, su vocabulario es más amplio y este aspecto le ayudará muchísimo posteriormente, porque podrá leer mucho mejor y por consiguiente tener un mejor desempeño escolar.
  • Los niños a quienes sus padres frecuentemente les leen cuentos, saben escuchar y poner a tención, elementos muy necesarios para un buen aprendizaje.
  • Es una medida muy efectiva para tranquilizar a los niños sobre todo cuando los vemos muy inquietos y/o ansiosos.
  • ayuda a sus hijos a conciliar el sueño y les prepara para que descansen como es debido.
  • A través del cuento podemos llegar a relacionarnos tanto con nuestros hijos, que podemos ganarnos su confianza para que así como nos cuentan sobre las cosas cotidianas que les suceden también sobre situaciones difíciles que estén viviendo, pudiéndolos orientar y apoyar.
  • Aunque no lo crean padres de familia, a través de lectura de cuentos nuestros hijos pueden aprender sobre historia, la vida humana y animal; letras, colores, números, palabras en otro idioma, etc. sin que les resulte aburrido.
También es necesario encontrar el momento y el lugar adecuado para poder contarle un cuento a un niño, ya que ellos necesitan concentrarse y entender lo que escuchan.
Encuentra la manera de que sea un momento mágico e íntimo, también si vas a relatar un cuento, hazlo con alegría y entusiasmo, finalmente que sea interactivo y que lleve a una retroalimentación, por ejemplo comentar lo principal del cuento, recalcar valores y los personajes buenos o incentivar su imaginación y realizar dibujos.

De esta forma se fomentará a los niños a realizar diversas actividades y ayudará a nutrir su mente e imaginación, sacándolos del mundo de la televisión que es un mundo, muchas veces, bastante explicito y aleja a los niños de la creatividad y el aprendizaje.

Para mayor información sobre los beneficios y la manera de relatar un cuento, visita esta página y ve el siguiente video:

septiembre 17, 2012

Cómo desarrollar la disciplina en los niños


Una de las tareas fundamentales de todo padre es enseñar a nuestros hijos a ser personas autónomas, con capacidad de enfrentar al mundo por sí solos. Además de entregarles el amor, afecto y cuidados necesarios, todo niño necesita aprender a convivir en sociedad, acorde con las normas y patrones de conducta aceptados. Para lograr ello es necesario inculcar la disciplina desde los primeros años, estableciendo límites claros y precisos.

El objetivo principal es hacer que esta disciplina forme parte de la personalidad del menor y que se auto-promueva.

¿Desde qué edad se debe enseñar la disciplina?
Se debe tener en cuenta es la edad mental del niño, es decir que sea lo suficientemente maduro para entender lo que está permitido y lo que no lo está. Aproximadamente a los tres años, el niño ya está en la capacidad de comprender lo que se espera de él. Por ejemplo, se le puede inculcar hábitos cotidianos como acostarse a una hora indicada para dormir, enseñarle que debe guardar sus juguetes y no tirarlos, etc.; ésta es una forma de enseñar a los niños a ser disciplinados.

¿Cómo promover la disciplina en mi niño?
  • Lo primero es enseñarles con el ejemplo, así el niño estará más dispuesto a obedecer las normas.
  • Indicarle de forma clara las tareas que debe realizar diariamente, levantarse, cepillarse los dientes, asearse, guardar sus juguetes luego de haber jugado, en fin, todo dependerá de la rutina que establecerán los padres de acuerdo a la edad del niño.
  • Ser claros y precisos al indicar las órdenes y establecer los límites de la conducta del niño, decirle lo que tiene que hacer, lo que esperamos que haga y no decirle lo que no debe hacer. Se debe evitar el “no”, por ejemplo, envés de decirle “no te subas a esa silla, no estás haciendo la tarea, deja de estar jugando”, podemos decirle: “Baja de la silla y siéntate” “Continúa haciendo tus tareas”.
  • Explicarle de manera sencilla las razones por las cuales una conducta es o no la más adecuada.
  • Premiarlo luego de mostrar la conducta deseada, muchos padres olvidan esto y es que es una premisa básica para que una conducta adecuada se siga presentando, es importante premiar al niño, pero evitando cosas materiales como juguetes o caramelos, ya que puede acostumbrarse a ello, lo ideal es entregarles una sonrisa o una felicitación; el objetivo es que la propia conducta llegue a ser su propia recompensa, que se sienta bien por las cosas que ha podido realizar y por lo bien que se ha portado.
  • Establecer las reglas o normas que tendrán las conductas inadecuadas, previamente se debe conversar con el niño sobre las consecuencias de sus conductas, no es recomendable utilizar el castigo físico, lo mejor será negarle alguna actividad que le guste realizar al niño, por ejemplo, no salir el fin de semana de paseo, no dejar que vea su programa favorito ese día, etc.
  • Elogiar las conductas deseables; el niño necesita saber que lo que hizo está bien, sólo así seguirá presentando las conductas adecuadas.





septiembre 08, 2012

Aprender de los fracasos

Tanto valoramos el éxito que gran parte de la educación la orientamos a la obtención de logros. En el camino, hemos olvidado que parte fundamental son los tropiezos, pues nos abren las puertas al crecimiento.

Es parte de nuestra naturaleza cometer errores, pero aún así vivimos con miedo a fallar. La misma palabra “fracaso” tiene tan mala fama que la mayoría la utiliza con un dejo de tristeza, sin considerar que no hay quién no haya fracasado en su vida. El fracaso parece ser un dato que no debiera asomarse en la biografía personal. Los triunfadores, los reconocidos, son a los que se les da tribuna, entonces, dar la posibilidad del fracaso en la propia vida es como autocensurarse de entrada.

El término “fracaso” viene del italiano “fracassare”, que significa “romperse algo estrepitosamente”. Y hay algo de cierto en esto, pues cuando un sueño, una ilusión, una amistad o un proyecto nuestro fracasa, emocionalmente sentimos que en nuestro interior algo “se rompe”. Hay un quiebre que nos afecta directamente en la manera de percibir la realidad; ante un fracaso pareciera que esta nos dio la espalda y la desilusión se apodera de nuestro ánimo.

Hay tres lecciones que podemos sacar del fracaso: (1) identificar prioridades y a distinguir lo importante de lo superficial, (2) estimular la reflexión y el contacto con uno mismo y (3) volvernos más comprensivos con los demás.

Fracasar forma parte del aprendizaje. Todos nos caímos cuando aprendimos a andar en bicicleta, y luego nos paramos y volvimos a andar; y hoy, aunque no lo hayamos hecho hace tiempo, seguimos siendo capaces de hacerlo. Aprendemos en un proceso de fracasos, de caerse. El tema es la connotación positiva o negativa que le damos. El gran desafío es cambiar la visión que existe actualmente, y validarlo, desdramatizarlo y tomarlo como una etapa dentro del proceso que tenemos que recorrer para llegar al éxito. Si aprendes de ese fracaso y tienes la capacidad de volver a pararte, vas a mirar hacia atrás y te vas a dar cuenta que no va a ser más que otro paso para llegar a tu meta.

La persona que fracasa no necesariamente es un fracasado. Este último es aquella persona que se ha dejado vencer por las circunstancias o la dejadez, que no vuelve a intentar, que le abre la puerta al pesimismo, se abruma y se empapa de desilusión. Vencer el fracaso o esa sensación de ruptura interior requiere de perseverancia, haber aprendido a ponerse de pie y llevar marcado dentro que las expectativas de la vida dependen en un alto porcentaje de la actitud personal.

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¿Fracasar a los 8 años?
Los adultos tienen mucha responsabilidad en la categoría que adquieren los eventos de la vida de un niño. Son ellos los que le ponen el nombre de “fracaso”, porque en realidad, a esta edad, se habla más bien de frustración. El fracaso supone que uno se ha embarcado en cierta acción, que deliberadamente se ha proyectado en un plan, ha buscado medios, es decir, hay una conciencia plena de lo que busco. Pero los niños suelen actuar movidos por sus deseos, afectos, necesidades y no mayormente por decisiones más profundas. Es decir, la pelea con un amigo suele responder a eventos circunstanciales de celos, envidia, egoísmo, pero no es un fracaso, como sí podría considerarse la pelea que conlleva la amistad adulta, cuando no se pusieron en juego todas las herramientas comunicacionales y de empatía para resolver las diferencias.

Un niño tiene todavía mucha historia que contar, mucho que volver a andar, que rehacer y aprender. Es más flexible a las adversidades de la vida, está explorando sus capacidades, se están poniendo a prueba sus fortalezas. Por eso los adultos no podemos categorizarlos ni enmarcarlos… Un padre que cataloga la mala nota del hijo como un fracaso tiene que tener cuidado: eso puede jugarle una mala pasada en el futuro, en el sentido de estigmatizar al niño y convertirlo finalmente en lo que está prejuzgando de él.

Enseñar a los hijos a aprender de los fracasos resulta más fácil si los consideramos algo natural; incluso es bueno saberlo para evitar una “neurosis perfeccionista”, que se ha apoderado de muchos en la actualidad y que delata también una falta de humildad. El objetivo de los padres debe ser el de mostrarles que cada caer es una oportunidad.

Hay que dejar que los niños se equivoquen. Y que asuman las consecuencias que eso conlleva, aunque les provoque desilusión, desencanto, dolor. El sufrimiento es una escuela de vida; el ahorrarles el dolor equivale a hacerles reprobar la asignatura sin nunca haber tenido clases. Es cierto que cuesta ver sufrir a los propios hijos, pero lo peor es disfrazarles la realidad. Los papás tienden a ser muy sobreprotectores, quieren que sus hijos asuman los menores riesgos posibles. Pero a medida que generan espacios seguros y protegidos, hay menos porrazos; y menos porrazos equivalen a menos procesos de aprendizaje. Cuando los padres privan a los niños de fracasar, los privan de uno de los procesos más valiosos que pueden tener en su vida.

Hay que reforzar permanentemente su autoestima. Para eso es clave potenciar las fortalezas y no quedarse pegado en las debilidades. Edison fue expulsado del colegio (era algo sordo y tenía muchos problemas) y educado por su madre, quien veía en él enormes talentos creativos. Años después se convirtió en el mayor inventor del siglo XX.

Hay que exigirles. Eso les permitirá conocer sus límites, probar su propio “elástico interior”. Luego, frente a las dificultades podrán ponerse a prueba y descubrir esa potencia que ni siquiera imaginaban tener.

Hay que enseñarles a tener una actitud positiva ante la vida. Eso se aprende en la familia. Vale la pena preguntarse: ¿qué es lo que primero hago o digo al llegar a casa después del trabajo? Muchas veces nuestra queja es tremenda: el día cansador, el jefe intolerable, el tráfico horroroso… Lo mismo ocurre en el proceso de formación de los niños. Ellos aún no pueden determinar si lo que les ocurrió es un fracaso o no; dependerá de lo que diga el adulto. Si a un niño le va mal en la prueba de matemáticas y tú le dices “bueno, es difícil que te vaya bien, porque yo siempre fui negada para los números, así que no importa, haz lo que puedas no más”, lo marcas negativamente. Si, en cambio, le dices “veamos qué podemos hacer para mejorar, quizás tienes que cambiar la técnica de estudio, pero tú puedes hacerlo, sigamos avanzando”, lo puede ver como una tremenda oportunidad.

Hay que centrarse en el proceso. Enseñarle a los hijos a no estar pendientes solo del resultado, sino a disfrutar el camino que recorren. Muchos jóvenes dicen: “si no gano, entonces no sirvió de nada lo que hice”. Ahí es cuando viene la pregunta: ¿qué lograste, qué aprendiste, eras capaz de hacer esto antes? Cuando nos hacemos conscientes de ese proceso, de que esto es solo una parte de crecer, es cuando hacemos el cambio de realidad. Es como abrir el espectro de visión. Por lo mismo, es importante recalcarles que el fracaso no tiene por qué ser algo definitivo. Al contrario, constituye parte de las reglas del juego. Se debe contar con que no todo -o quizás nada- va a salir como lo teníamos planeado, pero la gracia está en seguir adelante, pese a los contratiempos.

Hay que motivarlos a autoevaluarse. Frente a tropiezos como no haber sido elegido en el equipo de fútbol o haberse quedado en blanco en una prueba, los padres pueden llevar a sus hijos a la reflexión. El fracaso hace lucir ante uno mismo la propia limitación y brinda la oportunidad de evaluar qué hacer para superarse y lograr dar lo mejor de sí. Es positivo saber que muchas cosas dependen de uno mismo y que pequeños cambios hacen una gran diferencia.

Adaptado del artículo de Pía Orellana, de la revista Hacer Familia Chile

septiembre 02, 2012

Lactancia, su importancia en el desarrollo de las personas


Las personas constantemente estamos generando vínculos y lazos emocionales con otras personas que nos rodean, según afinidad, según el trabajo, según el colegio, etc. Pero hay un vínculo que es necesario que se cree y que se desarrolle a lo largo de la vida, es el primer vínculo que generamos cuando entramos en contacto con el mundo, el vínculo que existe entre la madre y los hijos.

Este vínculo es necesario, ya que da el paso a que el recién nacido mantenga una estabilidad emocional a lo largo de la vida, y es que amantar es mucho más que alimentar. Además de aportarle nutrientes, hay un intercambio relacional. Al amamantar se desencadenan en la madre y el niño hormonas que estimulan el apego y contribuyen a la formación de un vínculo estrecho entre ambos.

Buscando en internet, llegué a la página de la Unicef, la cual entregaba muchos datos interesantes sobre la gran importancia que tiene la lactancia materna, aquí les entregaré algunos datos:

“…Se ha observado que los niños amamantados son más activos, presentan un mejor desarrollo psicomotor y mejor capacidad de aprendizaje. También se ha demostrado que niños prematuros alimentados con leche materna tienen un coeficiente intelectual, medido a los ocho años, significativamente superior a los que no recibieron leche materna. Investigaciones recientes muestran una mayor agudeza visual entre los niños que fueron amamantados comparados con los alimentados con fórmula…”

“Al amamantar, el contacto piel a piel favorece el apego y estimula la creación de vínculos de amor y seguridad entre la madre y el niño, permitiendo que éste afirme su presencia como persona a través de la interacción con su madre Es por ello que se considera que la interacción del niño o niña durante los primeros días, semanas y meses con sus padres, y la formación de las bases de su personalidad y seguridad en sí mismo, están estrechamente ligadas al amamantamiento…”

Ahora, la idea es que las futuras madres que esperan ansiosas la llegada de su bebé se motiven y estimulen la lactancia con sus hijos, ya que no se trata solo de alimentar, se trata del desarrollo completo de sus hijos, además de crear barreras para infecciones y para que crezca sin problemas físicos, también es un alimento para el corazón, el cual lo ayudará a ser personas más seguras y más estables en un futuro, para cuando ellos mismos tengan la oportunidad de ser padres.

Para mayor información la página de la Unicef:
http://www.unicef.cl/lactancia/

agosto 19, 2012

¿Quieres cambiar el mundo?


Tengo una muy buena noticia para ti: cambiar el mundo es mucho más fácil y simple de lo que pensabas.

Para cambiar el mundo no es preciso ser un político poderoso, un multi-millonario, un activista conocido o un deportista con mucha fama y mucho dinero. Tampoco hace falta esperar años o tener mucha paciencia, ni hace falta tener una teoría revolucionaria, formar parte de alguna asociación o ser voluntario en una ONG ¡puedes empezar AHORA MISMO!



Un mundo mejor y más justo empieza con uno mismo. Son los pequeños gestos individuales los que marcan la diferencia. Si quieres cambiar el mundo, cambia a ti mismo.

· ¿Sueles perder la calma (y los modales!) cuando conduces tu auto?
· ¿Cuánto tiempo hace que has ofrecido ayuda a algún amigo voluntariamente?
· ¿Saludas a tus vecinos o tus compañeros por la mañana?
· ¿Reciclas en tu casa el papel, el vidrio, las pillas, el aceite, etc…?
· ¿Apoyas alguna causa benéfica?
· ¿Muestras tu agradecimiento por las cosas y las personas que tienes en tu vida?
· ¿Dices a las personas en tu alrededor cuanto las quieres?
· ¿Es tu costumbre invitar (compartir con) personas que tienen menos que tú?
· ¿Estás disponible para los demás, les dedicas tiempo?
· … etcétera

Son tús pequeños cambios y tús aportes individuales de cada día que hacen que el mundo cambie y que se viva un poco mejor. Lo que das, te lo das y lo que no das, te lo quitas. La gente alrededor tuya notarán estos pequeños cambios en ti y empezarán actuar de la misma manera… ¡cambiar el mundo es contagioso!

Cuento sobre un pequeño gesto individual que cambia el mundo:




Estrella de Mar 

 

Ramón iba caminando al atardecer por una playa desértica.
 Mientras caminaba, divisó a otro hombre a lo lejos. Al acercarse, notó que el hombre se agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua. Una y otra vez lanzaba cosas al océano. Cuando Ramón se acercó más todavía, vió que el hombre recogía estrellas de mar que se habían clavado en la playa y una por vez, las iba devolviendo al agua.

Ramón se acercó al hombre y le dijo:
- Buenas tardes.
- Siento mucha curiosidad.
- ¿Qué está haciendo?

 El hombre le respondió:
- Devuelvo estas estrellas de mar al océano.
- La marea está baja y todas estas estrellas quedaron en la costa.
- Si no las echo nuevamente al mar, se mueren aquí por falta de oxígeno.

 Ramón respondió:
- Ya entiendo.
- Pero ha de haber miles de estrellas de mar en esta playa.
- Es imposible agarrarlas a todas.
- Son demasiadas.
- Además, seguramente esto pasa en cientos de playas a lo largo de toda la costa.
- No se da cuenta que no cambia nada.

 El hombre sonrió, se agachó, levantó otra estrella de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió:
- ¡Para ésta estrella de mar, sí cambió algo!

agosto 07, 2012

Educando a los niños sobre las emergencias en casa.

    ¿Qué es lo que hacemos los adultos para enseñar a los niños sobre emergencias tales como terremotos, incendios, tsunamis, etc? Es lamentable, pero no es mucho lo que hacemos, puesto que inclusive nuestra preparación para estas eventualidades es básica o nula.

   Por lo general es en los establecimientos escolares donde más se educa a los niños sobre cómo reaccionar frente a las emergencias, con las llamadas "Operación Deyse" que se deben realizar año a año como práctica. ¿Pero y en casa? ¿Hemos conversado con ellos qué se debe hacer si están en casa en en un segundo piso por ejemplo? ¿O si están cerca de ventanales de vidrio? ¿O si están en la cocina y el fuego está prendido cocinando algo? Estas mismas inquietudes deben ser resueltas primero por los padres y adultos responsables a cargo para luego ser traspasadas y conversadas con los niños.

    Resulta que en el día a día uno no piensa qué se debe hacer, o qué sería mejor dadas las particularidades de cada familia y cada casa, pero debiéramos aprovechar los momentos en que sale a la luz el tema en la conversación familiar para "testear" y hasta "ensayar" las acciones a seguir en caso de estas emergencias.
Algunas sugerencias para todo tipo de emergencias en casa:
-Que los niños mayores manejen el número de teléfono de ambos padres -de memoria- para poder llamarlos si no están con ellos al momento de tener un problema grave y los menores lo tengan escrito a mano y sepan cómo marcar las llamadas.
-Que los niños mayores y menores sepan a qué vecina pueden acudir (ir a buscar o llamar) en caso de tener el adulto responsable en casa un accidentes que los incapacite de reaccionar (por ejemplo un desmayo).
-Que todos en casa sepan cuál sería el lugar más seguro para refugiarse en caso de terremoto, si salir afuera o quedarse adentro, si bajar las escalas del segundo piso o no... etc. Luego cortar el gas, el agua, etc.
-Que todos tengan claro qué hacer si se encuentran frente a fuego en casa (llamar a los bomberos y cuál es el número; qué medidas tomar: si intentar apagarlo o no; cómo y por donde arrancar -idealmente al nivel del suelo gateando si hay mucho humo, ya que habría menos gases tóxicos al nivel del suelo- etc.)
- Es bueno enseñar a los niños el "ABC de emergencia"; es decir, enseñar los números de las principales emergencias (131 Ambulancia, 132 Bomberos y 133 Carabineros)

   Los consejos anteriores sirven de pauta para educarse uno como adulto primero, ya que es esencial que el adulto en casa tenga la capacidad de mantener la calma, no perder el control, pensar con claridad y sobre todo, poder guiar claramente a los niños para que la emergencia sea lo menos traumática posible. Y en la medida que el adulto se sienta seguro de qué es lo que debe o no debe hacer, actuará con mayor eficacia y efectividad.
Adaptado de http://psicologa-infantil.blogspot.com
Psicologa Marcela Tarifeño Rojas.

julio 28, 2012

Niños descoordinados

El cuerpo recoge información a través de los sentidos y busca integrarlos para poder responder al ambiente, tanto a nivel de los movimientos, como de la regulación de la conducta y las emociones. Esta información la recoge para sí mismo (movimiento y posiciones) y para lo que proviene del exterior (visión, audición y tacto).

Si un niño no logra realizar bien actividades cotidianas, es posible que tenga algún problema en la integración sensorial, pues no siempre los problemas de coordinación tienen que ver con daños neurológicos. Una adecuada integración sensorial permite, por ejemplo, estar tranquilos y alertas frente a los aprendizajes. En este proceso se ven involucrados todos los sentidos y algunos, casualmente los más desconocidos, son los que más tienen que ver con la respuesta que somos capaces de dar.

La propiocepción es el sentido que nos da la información acerca de los músculos y articulaciones, que nos permite saber en qué posición estamos y dónde se encuentra cada parte del cuerpo sin mirarlo. Es por este que podemos subir escaleras sin mirarlas ni tropezar, o tomar un huevo con la fuerza precisa para no quebrarlo. Con un “mapa propioceptivo” disfuncional, es probable que los niños sean torpes. Se les derrama el jugo, les cuesta hacer una buena letra, no tienen buen control de la postura, etc.

El equilibrio permite sentir el movimiento del cuerpo a través del espacio, ayuda a mantenernos orientados, coordinar un desplazamiento armónico del cuerpo y reaccionar frente a cambios de gravedad. Las dificultades para procesar esta información se traducen en habilidades deficientes. Por ejemplo, en clases de gimnasia con implementos como pelotas, o en actividades como el dominio de la bicicleta.

La piel agrupa varios sentidos juntos, de los cuales el más conocido es el del tacto. Pero también nos permite sentir temperatura, presión y dolor. Integrados bien, estos sentidos nos permiten disfrutar del contacto directo y defendernos de agentes peligrosos. Está íntimamente relacionado con el sistema emocional del menor; si un niño no logra filtrar adecuadamente la información táctil, puede reaccionar exageradamente frente a un contacto físico inesperado, como ocurre entre los niños en recreo o en un parque. También las texturas de la ropa pueden influir en las actividades de la vida diaria y en las relaciones interpersonales.

Si un niño tiene problemas para integrar información sensorial, es posible que muestre ansiedad y temor porque las busca intensamente o porque trata de evitarlas. Esto es porque lo puede frustrar la dificultad para realizar tareas aparentemente sencillas, como el anudar sus cordones, recortar o andar en bicicleta.

Esta dificultad no es una enfermedad y, por lo tanto, no es progresiva, pero puede acompañar toda la vida, como una forma de ser. Pero no significa que no pueda mejorar. El sistema nervioso necesita de experiencias sensoriales que le ayuden a regularse y mantenerse receptivo a los aprendizajes, sobre todo aquellas que proveen más sensación del cuerpo.

Adaptado del artículo “Descoordinados por naturaleza” de la revista Hacer Familia.

julio 20, 2012

Mamá de vuelta al trabajo


Regresar al trabajo siendo madre puede originar sentimientos de culpa y ansiedad en ella; la preocupación es normal ya que no es fácil desvincularse de un ser tan dependiente de su madre como un hijo.

Al principio la madre suele sentir angustia, cree haber "abandonado" al pequeño y se siente culpable por ello; por lo cual es importante tener un soporte emocional y confianza en la persona que se quedará con el niño, especialmente los familiares.

Los padres que trabajan tienen la tarea de formar niños seguros, con confianza en sí mismos, evitando ser muy dependientes y sobre protectores con ellos. Es importante preparar al niño para afrontar momentos a sola; muchas madres sienten angustia, inseguridad, culpa, pena e inclusive llegan al llanto cuando su niño tiene una caída, sin saber que lo que necesita en ese momento es fortaleza, seguridad, calma y aliento. Si el niño ha generado una imagen segura de la mamá, sentirá mayor confianza y será más fácil establecer una relación con la persona que se quede a cargo.

Recomendaciones para los padres: 

  • La separación madre - hijo debe ser gradual. Se puede empezar con unas pocas horas al día, dejando al niño con alguna persona de confianza, es importante decirle al niño que mamá regresará y le dará un fuerte abrazo, es recomendable dejarle alguna prenda, peluche o algo que la represente y que sirva para sentir su presencia aunque no esté físicamente.
  • Buscar una persona para cuidar al niño, de mucha confianza o algún familiar. Esta persona, familiar o cuidador deberá tener empatía con el niño y saber las rutinas de alimentación y sueño.
  • Es común que en los primeros días el niño tenga reacciones de protesta ante la ausencia de la madre. El niño llora, no quiere comer, no lo recibirá de otra persona. La persona que se quede a cargo deberá tener la suficiente paciencia, respeto y empatía con el niño y darle tiempo para que se adapte.
  • Maneje sus sentimientos de culpa: Los niños de madres que trabajan no necesariamente van a presentar problemas emocionales o conductuales. La preocupación y la ansiedad se transmiten fácilmente, por lo cual es oportuno establecer horarios de encuentro con su pequeño para jugar con él, enseñarle y consolidar el vínculo entre ambos.
  • Establezca horarios para compartir con su hijo, este momento, el más esperado por los padres es muy significativo, los niños reaccionan con mucha emoción al ver llegar a sus padres, los besos, abrazos y juegos son aspectos que quedarán grabados en la memoria y el inconsciente del niño, haciendo de éste un niño seguro, con sólida autoestima. Lo que se debe buscar es que la madre aproveche las horas que tiene con su hijo para ello es un ventaja recibir el apoyo de familiares o la persona que cuida al  niño para las tareas domésticas, sin alterar el momento de los padres y el niño.

Es importante que en los primeros años de vida, el niño establezca una relación de apego, seguridad y confianza con la madre, esto beneficiará el desarrollo emocional del niño a través de su vida. Por eso aproveche todo los momentos que tenga con sus hijos, de modo de crear relaciones de estrechos lazos y llenos de amor!



Adaptado de: http://www.cosasdelainfancia.com/articulos/mama-de-vuelta-al-trabajo.php

julio 08, 2012

Hábitos financieros en los niños

Los grandes parecen estar siempre endeudados y quizá es porque desde la niñez debieran desarrollar habilidades respecto al consumo responsable. Que nos vaya bien financieramente tiene que ver con las costumbres que desde pequeños adquirimos respecto al manejo del dinero, el endeudamiento, el ahorro o la planificación de gastos de cada mes. Sin embargo, este tipo de hábitos no suelen ser enseñados en el hogar y tampoco en el colegio, por lo que muchos llegamos a la adultez cargando con los errores de un comportamiento irresponsable en nuestra economía personal.

Tener presentes algunos consejos para comenzar a traspasar a los hijos la importancia de gastar responsablemente el dinero es básico. A continuación hay algunas recomendaciones:

Mesada: En la medida que existan las posibilidades, es saludable que los niños y adolescentes tengan la oportunidad de administrar una cantidad limitada de recursos, para permitir el desarrollo de habilidades como el ahorro y el consumo responsable. Por supuesto la cantidad estará determinada por la capacidad de los padres y supone la supervisión de los mismos mes a mes.

Cuenta vista: Por lo general este tipo de productos no tienen costo de mantención, o es muy bajo considerando una cantidad determinada de giros al mes. Permitir que los hijos administren sus recursos a través de este sistema es útil, ya que lo acercará a los conceptos de ingresos y egresos a través de la cartola de movimientos y le permitirá evaluar cuáles son sus gastos mensuales al cabo de un tiempo. Vale decir que no opera de la misma forma que una cuenta corriente, la que supone la posibilidad de endeudamiento y mala administración.

Control de gastos: Llevar un orden por escrito de las cuentas es un hábito importante de traspasar, permite tener control respecto a los gastos y saber en qué área quizás estamos perdiendo dinero. Puede parecer engorroso, pero a la larga termina marcando la diferencia entre quienes tienen fugas de dinero y quienes saben en qué invierten cada uno de sus pesos.

Manejar el dinero desde pequeños: La relación con el dinero es algo que nos acompaña durante toda la vida, y acostumbrarnos desde pequeños puede marcar la diferencia en la adultez. Es necesario crear una mentalidad económica, conociendo el valor del dinero, la importancia de ahorrar o las fórmulas para invertir, tareas a las que seguramente el niño o adolescente deberá enfrentarse más adelante.

Consumir responsablemente: La básico es establecer cuáles serán los ingresos y los gastos que el niño tendrá mes a mes. A partir de eso es útil incentivar a través de un objetivo, como por ejemplo la compra de una determinada cosa. Como se trata de objetivos de mediano y largo plazo, estaremos reforzando el valor del ahorro, y probablemente abriendo la posibilidad de usar alternativas de financiamiento, si nos piden parte del dinero necesario para comprar dicha cosa. El ejercicio puede servir para comprender la planificación que requiere pedir un préstamo y el esfuerzo que implica pagarlo responsablemente.

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Adaptado del artículo de www.guioteca.com: ¿Cómo inculcar hábitos financieros a los niños?

junio 22, 2012

La personalización del aprendizaje

La personalización del aprendizaje es esencialmente un regreso a la situación primera de la enseñanza de tutor o profesor a discípulo, propia de clases privilegiadas y conventos.

Alguien que conoce la forma de afrontar una situación, muestra al aprendiz como resolverla, enseña en definitiva lo que hoy llamamos competencia. Quien además sabe el porqué, traslada conocimiento significativo. La generalización de la enseñanza nos llevó a la creación de centros donde reunir a los alumnos y a la situación de un profesor para muchos alumnos, dependiendo de los recursos humanos y económicos.

En primer lugar, con el nuevo entorno tenemos información, pero no conocimiento. Podremos tomar una decisión inmediata con la información asimilada, pero no la acomodamos ni memorizamos para acudir a ella en futuras situaciones. Perdemos la percepción interior en nuestra toma de decisiones de resolución de problemas. De hecho estamos cambiando la forma de pensar: atendemos a mensajes cortos pero perdemos capacidad de concentración, desarrollamos competencias informacionales pero abandonamos el pensamiento crítico.

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La segunda cuestión hace referencia a hecho de que el modelo personalizado e-learning deja la decisión del proceso instruccional en manos del alumno. ¿Está preparado para establecerá la estrategia de aprendizaje? ¿Puede mediar entre información de la red y conocimiento que desea adquirir? ¿Puede evaluar y ajustar continuamente su proceso de aprendizaje?

¿O es que existe otro método de enseñanza personalizada más efectiva?, véalo usted mismo en el siguiente video.

junio 17, 2012

La música, arte bello



¿Han pensado en lo que pasaría si no existiera la música o las melodías? La verdad es que yo sí, y personalmente creo que me sentiría vacía, ya que la música es la que me ha acompañado desde el vientre materno hasta el día de hoy y, supongo, que hasta el fin de los tiempos.

La música es el lenguaje universal por excelencia, muchas cosas de las que queremos expresar sobrepasan las barreras culturales e idiomáticas, llegando a todo el mundo.

Si bien estos ritmos, melodías o canciones son algo que desde niños hemos escuchado y que muchos lo ven como un complemento de entretención a la vida, también tiene cualidades y ventajas escucharla, no sólo a los niños, sino que a todos nosotros.

Es bueno tener la música como una fiel compañera, ésta siempre está en todo momento, alegrías, tristezas, triunfos, derrotas, películas, comerciales, cumpleaños, fiestas, dibujos animados, momentos emotivos, etc. Por lo tanto, si ésta no tuviera importancia, no tendría sentido que estuviera en todas partes, ¡es que la música es un factor que mueve a mucha gente! y por qué no decirlo, a todo el mundo.

Desde niños estamos en contacto con ella, la primera percepción que tenemos es la voz de nuestras madres, esa suave y rica voz que te acompaña, te hace sentir seguro, te consuela y que te calma, es un tono especial que se hace perfecta e irreproducible por otra persona.

Los niños, mientras desarrollan sus sentidos, tienen ligado a ellos constantemente la música, ella se convierte en nuestra gran amiga a la hora de entretener o calmar a los niños. 

Indudablemente la música tiene beneficios, y es en la niñez donde más beneficios podría traer.
Bailar, cantar, dibujar, imaginar, hablar, tocar un instrumento, sociabilizar, resolución de problemas, concentración, tranquilidad, memorizar y un fin de cualidades más tiene la música al entrar en contacto con los niños, desde que están en el vientre materno. Si bien estas son algunas cualidades, les dejo una pequeña lista más completa de los beneficios que nos da la música:
  • Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños.
  • Mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.
  • Es una manera de expresarse.
  • Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.
  • Brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre sí y con los adultos.
  • Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
  • Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
  • Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.
  • Estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.
Finalmente para estimular la escucha, cito algunos tips para que los niños además de disfrutar la música, la vivan:

  • Para estimularlos, no debes solamente escuchar canciones. A medida que la madurez de tu hijo lo vaya permitiendo, es súper bueno ir combinando música con movimientos, palmaditas, mímica y baile. Anímalo a que te imite. A los bebés les encanta experimentar. Ponle objetos sonoros, aunque no sean musicales. La idea es que genere ruidos o sonidos.
  • Enséñale a escuchar, haciendo que ponga atención en los sonidos del entorno como el timbre, teléfono, una ambulancia, el canto de un pájaro, etc. Tu voz es un gran estímulo para tu hijo. Háblale, cántale, léele cuentos, graba su voz.
  • Otra actividad muy buena es bailar con tu hijo en brazos mientras escuchan una melodía o le cantas una canción. Es conveniente que escuchen canciones completas para que vayan percibiendo el patrón musical. Por esto, es mejor seleccionar piezas de corta duración.
  • Investiga qué clase de música le gusta a tu hijo. Puedes seleccionar distintos tipos de canciones y ver sus reacciones. Seguramente, al principio, le agradará la música suave, pero sus gustos irán variando a medida que crezca.
Ahora ¿Qué esperas? Prende la radio y disfruta un rato del rico sonido de tus melodías favoritas y más aún, si es con la gente que quieres.

                                    Por: Cristina Céspedes, Coordinadora Yo Voluntario.