junio 10, 2012

¿Cómo los padres pueden jugar con los niños que tengan alguna discapacidad?


El término discapacidad hace referencia a una falta de habilidad en algún área de desarrollo, pero no quiere decir que el niño o niña sea una persona discapacitada.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó:

" Jugar es un derecho de la infancia y los adultos hemos de velar por su cumplimiento en todos y cada uno de los niños y niñas, aunque en algunas situaciones se encuentren serias dificultades para el desarrollo de esta actividad".

En algunas ocasiones los niños que padecen de algún tipo de discapacidad pueden utilizar los juguetes comercializados, pero en muchas otras ocasiones la accesibilidad de materiales lúdicos para este tipo de niños es reducida o nula. Cuando el juguete no puede ser usado por parte de estos niños y niñas tal y como se comercializa, a veces es posible variar los objetivos o reglas del juego o realizar algunas modificaciones que permitan un aprovechamiento mayor del juguete. Estas adaptaciones pueden ser muy sencillas o requerir la intervención de especialistas.

Existen diversos tipos de discapacidad (motora, intelectual, sensorial, física) y con muy diferentes niveles de afectación. Esta diversidad genera una gran dificultad a la hora de proporcionar valoraciones o consejos globales relacionados con la selección y adaptación de juguetes para estos niños.

Aquí se relaciona una serie de pautas generales que pueden servir de ayuda en esta tarea.
  • Para el desarrollo del juego de los niños con discapacidad, es de vital importancia que el diseño de los juguetes sea "para todos", de forma que niños con o sin discapacidad puedan utilizar los mismos juegos en similares condiciones. De esta manera podrían unificarse por una parte el proceso integrador de los niños con discapacidad en el juego de los que no la tienen, y por otra parte el desarrollo del juego con juguetes normalizados reduciría la diferenciación con los demás.

  • Es importante elegir juguetes versátiles, que permitan varias formas de interacción y a los que se les puedan cambiar las reglas, de este modo será mas fácil adaptar la propuesta lúdica del juguete a la circunstancia de cada caso.

  • Los materiales de juego que utilicen los niños y niñas mayores deben estar adecuados a su edad aunque éstos se encuentren en una etapa de desarrollo anterior. Por ejemplo, si proporcionamos un centro de actividades de manipulación a un niño de 10 años con discapacidad motora, debemos adaptar su tamaño y sus propuestas de juego a dicho niño.

  • Es importante saber que hay unas normas de seguridad para la fabricación de los juguetes y que hemos de asegurarnos que las adaptaciones que efectuamos en los mismos no van a introducir peligro alguno. Por eso es importante consultar siempre con un especialista.

  • Es imprescindible consultar con el pediatra o especialista médico correspondiente en el caso de que el niño esté llevando a cabo algún programa de rehabilitación, puesto que este tipo de profesionales nos ayudarán sin duda a valorar la adecuación de cada adaptación o propuesta de juego a la problemática de cada niño o niña en particular.

  • En ocasiones, los niños que padecen de alguna discapacidad tienen ritmos de aprendizajes distintos a los de otros niños, por ello es importante cuestionar y adaptar las indicaciones de edad que se proporcionan sobre el juguete. 
Independientemente de que superemos las desventajas que ofrecen los juegos y los juguetes en relación con la discapacidad, hay algo que no puede ser sustituido y que vale la pena repetir: Un juego sin amor, no es juego.


                        


  Adaptado de: http://www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-sindrome01.htm







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