junio 20, 2010

Paternidad Responsable

TERCERA PARTE: UN QUIEBRE EN LA FAMILIA

Antes de separarse la pareja, es importante hablar con los hijos sobre esta decisión. Habrá que decir lo más claro posible, con explicaciones sencillas, que ya no podrán vivir juntos en la misma casa.

Si es posible, resulta mucho mejor hacerlo juntos. Insistir en que los hijos no son responsables de las decisiones tomadas ayuda en mucho. Que la determinación no se debe a nada que hayan provocado es necesario decirlo, pues casi siempre una separación se da después de épocas de tensiones y conflictos en los que irremediablemente los hijos han estado muy cerca y pueden llegar a sentir que ellos son culpables de alguna forma.

Es común que los niños piensen que si los padres se separaron, seguramente fue por algo que hicieron sin querer, como el no jugar con sus hermanitos, no querer hacer un mandado, no poder sacar excelentes calificaciones, no hacer la tarea, etc. Necesariamente habrá que quitarles esa idea. Para el futuro puede causarles graves conflictos internos de los que, aún cuando la pareja vuelva a reunirse, no es fácil sacarlos adelante.

Una de las cosas más difíciles para los padres que se separan es la posibilidad de comunicarse. Sin embargo, por difícil que parezca, cuando ambos están en buena disposición es posible separar los problemas de pareja con los acuerdos que tienen que ver con sus hijos. Por más importantes que sean los motivos que cada cual tuvo para edificar una separación y por muy molestos que estén, los hijos jamás podrán hacer distinción entre ellos: a los dos se les quiere igual, por que una es la mamá y el otro es el papá y ambos son igualmente importantes y queridos para ellos.

Es muy natural que los niños estén inconformes, desganados, enojados o tristes. A veces no podrán concentrarse y, de hecho, les será difícil hacerlo. Sueñan despiertos o se muestran inexpresivos y reservados. Se sienten abandonados por el que se fue y temen que el otro también los deje en algún momento. Están pendientes de su regreso del trabajo y temen que un día ya no vuelva. Por más doloroso que parezca se debe dar la oportunidad a los niños de expresar lo que sienten y piensan, que tengan espacio para hablar sobre sus dudas o temores.

Es importante propiciar visitas a familiares, amistades y conocidos de los niños a fin de que se sientan en confianza y envueltos en el cariño que, aunque no es el que quisieran les ayudará en mucho.

Divorcio

continuará con…

PATERNIDAD RESPONSABLE – CUARTA PARTE: HACER VIDA FAMILIAR

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