abril 27, 2012

¡Entramos al jardín!

Cuando un niño entra por primera vez al jardín infantil, el mundo que conoce cambia completamente, pues su rutina será diferente. Comenzará a ver caras nuevas, saldrán de su contexto familiar y se separan de sus figuras de apego por varias horas.

La imagen que tienen muchos padres al dejar a sus hijos en el jardín infantil es la del niño llorando desconsolado y agarrado del delantal de la tía. Esta experiencia puede parecer traumática, pero hay algunos tips y recomendaciones que pueden hacer del ingreso al jardín algo armónico:

1.- Anticipar al niño que comenzará una nueva etapa en su vida. Algunas semanas antes, contarle en qué consistirá ir al jardín y, si es posible, visitarlo juntos para familiarizarse. Una vez que ya tenga claro de qué se trata, puede ser útil que juntos cuenten a otros familiares sobre la nueva experiencia. Los primeros días es recomendable que alguno de los padres permanezca en el jardín un espacio de tiempo conveniente (una hora) a la vista del niño, para que pueda mantener algún contacto visual.

2.-Una vez que el niño comienza a ir, es recomendable que la asistencia sea lo más continua posible. Muchas veces frente a la ansiedad de los niños los padres deciden dejarlo en casa, lo cual no favorece la adaptación a la nueva rutina.

3.- Permitirle llevar al jardín algún juguete que les guste durante el primer tiempo. Muchos niños se sienten más seguros con algún objeto familiar que les ayuda a sentirse confiados en un espacio menos conocido.

4.- Acogerlo y mantener la calma cuando manifieste alguna molestia física, que es algo real para el niño. Es útil además relacionar y normalizar el dolor o molestia con alguna emoción esperable para la situación, como el miedo o la pena.

5.- Cumplir lo que se le dice. La seguridad es fundamental para los niños en este proceso. Para lograr que se tranquilice en el momento, algunos adultos recurren con frecuencia a promesas que no pueden cumplir, como el clásico “voy a comprar y vuelvo”. Sin embargo, él inevitablemente se dará cuenta que lo están engañando, lo cual le generará más inseguridad y desconfianza.

Es muy importante tener en cuenta que cada niño es diferente. Pero para la mayoría está lleno de incertidumbres y cada uno de ellos necesita de una presencia cercana de adultos en quienes confían para que los ayuden a enfrentar esta nueva experiencia.

Adaptado del artículo de EMOL del 28 de febrero de 2012

A continuación un video de un chascarro en un jardín, donde la incertidumbre de los niños los hace actuar de maneras inesperadas:

 

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