octubre 17, 2010

¡No le entra en la cabeza!

Un niño pasa horas frente a su cuaderno, horas estudiando, horas repitiendo y no es capaz de retener la materia… ¿Qué pasa con la memoria? ¿Cómo se puede mejorar?

Una madre le enseña a su hija de nueve años las palabras de vocabulario que están en su cuaderno y debe aprenderlas. Alzar: levantar. Fiar: asegurar. Minuto seguido le pide a la niña que conteste: ¿qué es alzar?, ¿qué es fiar? Pero no hay respuesta. La mamá se desespera y le dice: “Pero si te lo acabo de decir”. Después de otros varios intentos y, con angustia, la madre no entiende por qué le cuesta tanto a la niña metérselo en la cabeza. Sus notas son buenas, al parecer no hay déficit atencional. Entonces, ¿qué pasa con la memoria? ¿Por qué es incapaz de retener con facilidad? ¿Qué factores inciden en esta capacidad?

Una cadena compleja
Desde un punto de vista genérico, la memoria es lo que nos permite fijar, conservar y reproducir las imágenes de objetos, pensamientos, o sentimientos, sin necesidad de que estén presentes. La memoria no camina sola, sino que va ligada a otras funciones y factores que la determinan. Para poder memorizar, la cadena es la siguiente: primero tiene que haber atención, luego repetición, codificación, almacenamiento y aprendizaje. Y para que este camino sea exitoso hay muchos factores que son fundamentales:

• La atención:
Puede ser que al niño le cueste memorizar porque no es capaz de poner suficiente atención. La mayoría de las veces este problema es en un grado menor y se va regulando a medida que crecen. Son niños que tienen un ritmo un poco más lento; con ellos, los profesores deben usar métodos y estrategias adecuadas.

• Relacionar fonética y semánticamente los contenidos que se están aprendiendo.
Cuando los niños son chicos tienden a memorizar palabras por asociaciones fonéticas, es decir, porque su sonido se parece a otro que conocen mejor. Luego, a medida que van creciendo, son capaces de hacer asociaciones semánticas, es decir, relacionan los significados de distintas palabras para poder retenerlas.

Sin embargo, justamente en este paso, los niños muchas veces fallan y tienen problemas en el proceso de memorización porque se pierde la conexión directa con lo vivencial, con lo que ellos conocen y viven a diario. Si tengo que memorizar cosas que están en relación a mi entorno, a mi existencia, a mi vida, es probable que lo haga con toda facilidad. De esta manera, es fundamental que los educadores hagan familiares y más cercanos los contenidos escolares.

• Buena base lingüística:
Para memorizar, el niño debe comprender el lenguaje. No se saca nada con hacer que un alumno repita mil veces una frase si no la entiende. Por esta razón es importante ver qué nivel de desarrollo del lenguaje hay.

Las dificultades de esta área que se relacionan con la dificultad para memorizar, tienen que ver con problemas de audición y de comprensión y con el arsenal de vocabulario que maneje.

• El afecto:
Otro gran elemento a la hora de memorizar es el componente emocional, pues éste puede provocar una serie de interferencias en el aprendizaje. Cuando un niño aprende, no sólo está escuchando el texto sino que además está escuchando el tono, la entonación, está viendo el gesto de quien se lo enseña. Así, por ejemplo, si la profesora o la mamá le dice al niño: “ya pues, rápido, cuál es el significado” o, “qué pavo eres, cómo todavía no lo aprendes”, probablemente el niño se bloquee, pues siente la intención de quien le está enseñando, más que lo que de verdad es importante. De hecho, muchas veces el educador o la mamá sienten tan obvia la respuesta, que dan un énfasis que confunde y seguramente hacen al niño equivocarse.

¿Qué hacer?
Es fundamental hacer un análisis de cómo se encuentran o se han desarrollado cada uno de los pilares antes mencionados. Ver cómo está la capacidad de atención, el lenguaje y también los afectos que rodean al aprendizaje. Si, por ejemplo, la mamá reconoce que pierde la paciencia al ayudar a su hijo con las tareas, es mejor que delegue esta función en otra persona. O si hay un problema de atención, es fundamental cuando el niño se siente a estudiar que no haya ningún distractor. Es decir, ni TV, ni hermanos jugando, ni comida, ni teléfonos sonando.

Luego, es posible aplicar técnicas que pueden favorecer la memorización:

(1) Volver a leer lo aprendido en clase dentro de las 24 horas siguientes
Puede que los niños entiendan lo que se les ha dicho en clase, pero si dejan pasar más de 48 horas sin volver a leerlo, lo más probable es que se les olvide. Por el contrario, si durante ese mismo día se repasa, la materia se almacena y al volver a leerla en varios días más, inmediatamente se recuerda.

(2) Leer la materia interrogando al texto
Acostumbrar a los niños a leer la materia en forma interactiva, es decir, la idea es que después de un párrafo ellos mismos se autopregunten y piensen qué leyeron. De esta manera ellos se incorporan activamente en la materia y se les hace mucho más fácil la comprensión. Si, por el contrario se lee en forma automática y simplemente se repite y repite, es muy poco probable que recuerden lo leído.

(3) Utilizar distintos elementos para la memorización
No todos memorizamos de la misma forma. Hay personas que usan más el texto, el lenguaje, la palabra y otros usan más la imagen. Lo importante es ir viendo cómo utilizar ambas cosas. También es útil hacer dibujos que acompañen el texto, inventar música o un ritmo, cuando se trata de un listado de palabras. Inventar una historia o jugar con los conceptos que se están aprendiendo. Todo eso ayuda, pues no sólo se aprende con el lenguaje.

Consejos para ayudar a los niños a aprovechar su memoria:
• Procurar que no estén cansados cuando se pongan a estudiar.
• Ayudarles a relacionar lo nuevo que han aprendido con lo que ya saben.
• Asegurarse que entienden la materia, luego estimularlos a que la memoricen.
• Crearles el hábito de repasar todas las materias clase a clase.
• Enseñarles a desplegar todos los sentidos para memorizar (hablar, oír, ver, escribir).

 

Adaptado del artículo de Magdalena Pulido de la revista Hacer Familia Chile

 

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