Todos tenemos la capacidad de lograr grandes cosas, pero sólo se concretan si creemos que podemos hacerlas. Nuestros límites son sólo ideas.
Había una vez, dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua. El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
- ¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, ¡con esa piedra y sus manos tan pequeñas!
En ese instante, apareció un anciano y dijo:
- Yo sé cómo lo hizo…
- ¿Cómo? – Le preguntaron al anciano, y él contestó:
- No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
A continuación los invitamos a ver el cortometraje “El Circo de las Mariposas”, una reflexión sobre la inexistencia de lo imposible y el hecho de que todas las pruebas que nos pone la vida enfrente se pueden conquistar. Muestra el valor de apreciarse uno mismo en sus desgracias y saber salir adelante. Su nombre es una bella metáfora sobre nuestra espera a salir del capullo y mostrar al mundo nuestras hermosas alas, para maravillarnos de nuestros logros, cualidades, defectos y crecer día a día aprendiendo una nueva lección.
Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve.
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