febrero 10, 2013

Los hábitos del niño en verano


El verano suele ser un tiempo de libertad, en el que se rompen reglas y costumbres para alegría de los niños y desesperación de los padres. En necesario y saludable para los niños olvidarse de ciertos hábitos durante el verano. Además, esta época es un buen momento para plantearse qué normas y prohibiciones son realmente necesarias y cuáles no.

Se acuesta y se levanta muy tarde
Lo malo sería que se acostase tarde y se levantase pronto. Si también se levanta tarde, está durmiendo lo suficiente. Un niño pequeño debería acostarse al mismo tiempo que sus padres o antes; no sería prudente dejarlo despierto sin saber a qué se expone o qué ve por la tele a esas horas. Pero si los padres se acuestan tarde, no deben sorprenderse de que el niño quiera disfrutar de su presencia hasta el último momento.

No quiere ducharse todos los días
Ducharse todos los días no es necesario para la salud, ni mucho menos. Además, el exceso de limpieza parece ser una de las causas del reciente aumento del asma y las enfermedades alérgicas: falto de microbios contra los que luchar, nuestro sistema inmunológico se vuelve loco y empieza a luchar contra el polen o el polvo. Muchas veces, el niño no necesitará bañarse. Conviene, eso sí, ducharse al volver de la playa o de la piscina, para eliminar la sal y el cloro.

Aguanta tanto en el agua que sale tiritando
Envuélvelo en una toalla y ponle al sol. Puedes frotarle con la toalla o hacerle correr en círculos. Pronto entrará en calor. Si se queja del frío, explícale que eso pasa por estar mucho tiempo en el agua, y que, la próxima vez, procure salir antes. Si no se queja y está feliz y dispuesto a remojarse de nuevo, allá él.

Pasa tres horas viendo la tele
Antes de empezar a hablar, piensa un poco: ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene ver la tele tanto tiempo? ¿Qué otra cosa me gustaría que hiciera el niño en vez de ver la tele, y por qué? Los inconvenientes de ver mucho la tele pueden ser la falta de ejercicio físico, la falta de interacciones sociales o la pésima calidad de la programación. Si quieres que tu hijo haga otras cosas, proponle actividades más interesantes y participa con él. No se aparta a los niños de la televisión con gritos u órdenes. Hace falta algo más: dedicarles tiempo y atención.

No descansa después de comer
Si no quiere descansar, será porque no está cansado. ¿Quién no ha tenido unos padres o unos tíos fanáticos de «la digestión»? ¿A quién no le han obligado a permanecer sentado, o aún peor, en la cama, después de las comidas? Ahorra a tu hijo todos esos malos ratos, tan enojosos como inútiles. No existe ninguna enfermedad provocada por hacer ejercicio después de comer, nuestro sufrimiento fue en vano.
Se toma tres o cuatro helados al día
Los polos son básicamente agua con azúcar y colorantes, así que, cuantos menos coma, mejor. Pero los helados de leche son bastante más nutritivos. Probablemente llevan más azúcar que otros derivados lácteos, pero de vez en cuando, no pasa nada. Eso sí, recuerda que tienen muchas calorías.

No quiere que le pongamos bloqueador solar
En esto sí hay que insistir, porque el sol causa quemaduras, manchas, dolores y, a largo plazo, cáncer de piel. Todos necesitamos sol para generar vitamina D, pero tenemos de sobra con el que recibimos en la calle, incluso a la sombra. Aplica al niño bloqueador solar resistente al agua y con factor 20 como mínimo, en todo el cuerpo. Repite la operación en las zonas más expuestas al sol cada poco tiempo. Cuando tu hijo salga del agua ponle una camiseta y un sombrero. Las quemaduras solares no son normales, una espalda roja indica que la protección ha fallado.



  Por: Carlos González, pediatra.





febrero 03, 2013

Las siete claves para alcanzar la felicidad


¿Somos los humanos capaces de gozar de una felicidad auténtica y perdurable? ¿O la felicidad es solo una ilusión? Tal vez, es porque vivimos una fantasía alimentada por momentos de felicidad que son esporádicos y siempre efímeros. 
Son preguntas profundas y existenciales que no pueden ser respondidas con un simple sí o con un no. Más aún, cuando hoy los procesos emocionales están demasiado intensos y las relaciones de pareja, la familia, el trabajo, los amigos, está en revisión, análisis y adecuación. 

Es importante reconocer que la felicidad es la meta de todas las metas. La mayoría cree que la felicidad es el resultado del éxito, la acumulación de riquezas, la salud o las buenas relaciones interpersonales, pero éstas son consecuencias y no su causa.
Se dice que la predisposición sólo determina el 40% de la experiencia de felicidad de una persona y que se ha estudiado que es genética, que depende de la infancia y las características conductuales de los padres. 

Se dice que la predisposición sólo determina el 40% de la experiencia de felicidad de una persona y que se ha estudiado que es genética, que depende de la infancia y las características conductuales de los padres. 


Existe una teoría, que dice que la visión occidental de la vida, que se lee en la fórmula de la psicología positiva, se queda corta para alcanzar la gran meta. “F = P + C + A, es decir la felicidad es la suma de la predisposición + condiciones de vida + actividades voluntarias”. 
“Las neuronas de un niño reflejan las emociones de los adultos que lo rodean y le hacen sentir lo que estos sienten. Si un niño vive rodeado de adultos infelices, su sistema nervioso quedará programado para la infelicidad, aun antes de tener motivos para sentirla”.
Mientras que el segundo factor, las condiciones de vida, otorgaría entre el 7 y el 12% de la experiencia feliz. Pues, indican que más que tener una vida holgada, trágica o en carencia absoluta, el acento está en la capacidad de adaptación o respuesta que se tienen a las experiencias positivas y también negativas. 
Siguiendo la fórmula, se describe que el 50% de la felicidad dependería del tercer factor: “Las cosas que elegimos hacer en nuestra vida cotidiana”, y que irían más allá de la satisfacción personal, sino que están relacionadas con la expresión creativa o la felicidad de otra persona, donde en ambos casos se accede a lo más profundo del ser. 
No obstante, es severo en asegurar que esta fórmula occidental no garantiza la felicidad auténtica o duradera, porque en su opinión, sólo el tercer factor toma en consideración la vida interior de la persona y que para él, es la que abre la puerta a lo que considera el único lugar donde se halla el secreto de la felicidad: el descubrimiento del ser auténtico.

Las siete claves

1.- Toma conciencia de tu cuerpo: Tu cuerpo y el universo constituyen un mismo campo de energía, información y consciencia. Al sentir tu cuerpo y responderle de manera consciente, se experimenta paz, armonía y alegría. 

2.- Descubre la verdadera autoestima: No tiene que ver con mejorar la imagen y no depende de las buenas o malas opiniones de los demás. Cuando cimientes tu identidad en tu ser verdadero, y no en tu imagen pública, hallarás una felicidad que nadie podrá arrebatarte.

3.- Desintoxica tu vida: Nuestro estado natural se caracteriza por la alegría, la tranquilidad y la realización espontánea. Cuando no lo experimentamos es porque hay contaminación. Esta puede ser el resultado de emociones, relaciones o hábitos tóxicos, así como de sustancias tóxicas que causan ansiedad, culpa, vergüenza, baja autoestima.

4.-Renuncia a tener la razón: Cuando no insistes en tener la razón accedes a una enorme cantidad de energía. Tener la razón implica que otro está equivocado. La confrontación de tener la razón y no tenerla, daña cualquier relación. Todos somos consciencias individuales con maneras peculiares de ver la vida.

5.- Concéntrate en el presente: Si lo haces, tu vida se renovará constantemente. El momento presente es lo único eterno, no muere ni puede ser olvidado. Por eso la felicidad en el presente no se te puede arrebatar. Ella te libera de la trampa del tiempo, que produce pesar debido al pensamiento, la evaluación y el análisis.

6.- Observa al mundo en ti: Si lo haces dejan de existir los obstáculos externos para la felicidad. Los mundos internos y externos son espejos uno del otro. Se modifican de acuerdo con tu estado de consciencia. Si estás vibrando en el temor, tu mundo interior de pensamientos y emociones, así como tu mundo exterior de circunstancias y relaciones, lo reflejarán. Distinto será si vibras en el amor, fluirá la felicidad y la abundancia. 

7.- Vive para la iluminación: Buscarla es buscar tu ser verdadero. Es el estado más atento de la existencia y también el más natural, pues de él provienes. Tu hogar es un lugar de profundo amor, tranquilidad y alegría. Al regresar a él, comprenderás que tu anhelo de felicidad era sólo el principio, tú deseo más profundo es la libertad que resulta del completo despertar.


Fuente: http://www.emol.com/tendenciasymujer/Noticias/2012/11/19/23479/Las-siete-claves-para-alcanzar-la-felicidad-lo-ultimo-de-Deepak-Chopra.aspx