febrero 10, 2012

¿Qué sabemos de los demás? Nada…

Cuando apuntas con el dedo, recuerda que tres te señalan a ti. Es absurdo juzgar una situación o una actitud sabiendo que no conocemos ni una mínima parte de la persona que juzgamos.

A continuación, una poesía sobre los prejuicios escrita por la Hermana Glenda, cantautora chilena:

Y tú, ¿qué sabes? ¿Qué sabes de mi silencio?
Dime, ¿qué sabes? ¿Qué sabes de mis secretos?
¿Qué descubres de mi mirada? ¿Qué intuyes de mis palabras?
Dime, ¿qué sabes?

Y tú, ¿qué sabes? ¿Qué conoces de mi alegría?
Dime, ¿qué sabes? ¿Qué sabes de mi melancolía?
¿Qué conoces de mi poesía? ¿Qué intuyes de mi melodía?

Tú no sabes nada, no sabes nada, no sabes nada.
Entonces, ¿por qué me juzgas si no sabes nada?

Y yo, ¿qué sé? ¿Qué sé yo de tu silencio?
Yo no sé nada, no sé nada de tus secretos.
No sé nada de tu poesía ¿Qué sé yo de tu melancolía?
Yo tampoco sé nada, yo no sé nada.

Entonces ¿Por qué te juzgo si yo no sé nada?
No sabemos nada.
Entonces ¿por qué nos juzgamos si no sabemos nada?

Que esta poesía les sirva para reflexionar siempre antes de juzgar, pues no todo es lo que parece. Y aunque una situación parezca evidentemente incorrecta, los motivos de las personas para actuar siempre nos serán desconocidos. Por ello, la invitación es a pensar y actuar de buena fe.

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